domingo, 13 de enero de 2013

Me invaden las ganas de salir corriendo, ir a donde esté, poder explicarme, dejar de mirar su nombre una y otra vez ahí con el icono en verde queriendo decirle algo y... nada, el más absoluto e incómodo silencio, solo hay una única ocasión me frustran tanto los silencios incómodos; SUS silencios incómodos... la única persona con la que nunca me quedo sin palabras y ahí estamos... calladas, sin nada que decir...
No me importa si lo estás leyendo, tampoco lo hago para dar pena ni para que me vengas a decir nada, ni mucho menos... llevo todo el día queriendo soltarte todo lo que tengo aquí dentro, no puedo, por lo visto debo esperar más de lo que querría, no va a ser una buena semana...
Nada me gusta menos que estar así con la persona que más quiero. No diré que una u otra fueramos las causantes, ni mucho menos. Tan solo llevaba un par de días queriendo decirte algo y el sábado fue mi quebradero...
No escribiré nada más, pues noto como me aprisiona el nudo en la garganta y la lágrima cae por mi mejilla.

Yo te dije lo que soy,
un tirado, un cualquiera,
que malvive a su manera.
[...]

No me creas mucho,
aunque no te mienta.
[...]
No sé qué coño esperabas.
No me entiendo ni a mí mismo,
siempre me saco de quicio.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario